El sector inmobiliario comercial de Irlanda está experimentando un aumento notable a medida que el país disfruta de un crecimiento económico constante. Con una afluencia de inversión extranjera y una sólida demanda interna, los bienes raíces comerciales se han convertido en un punto focal tanto para empresas como para inversionistas.
El auge económico impulsa la demanda:
La economía de la Isla Esmeralda ha experimentado un repunte notable, desafiando incertidumbres anteriores. Este repunte ha reforzado la confianza entre los inversores, lo que ha provocado un aumento de la demanda de propiedades comerciales. Los espacios de oficinas, establecimientos minoristas y unidades industriales tienen una gran demanda en todo el país, y Dublín, Cork y Galway son testigos de un gran interés.
Las inversiones extranjeras llegan a raudales:
El entorno propicio para los negocios de Irlanda y sus atractivos incentivos fiscales han llamado la atención de los inversores extranjeros. Las empresas multinacionales están estableciendo sus sedes regionales, centros de datos e instalaciones de investigación, lo que alimenta aún más la demanda de bienes raíces comerciales de primer nivel. El aumento de la inversión extranjera directa (IED) ha contribuido a la creación de empleo y la diversificación económica.